Entrevistamos a David Valbuena. De abogado a traductor jurista de éxito.
Entrevista a David Valbuena. De abogado a traductor jurista de éxito.
Hoy entrevistamos a David Valbuena, jurista y traductor especializado en traducciones legales.
Nuestro fichaje estrella en traducciones jurídicas español-inglés, nos cuenta cómo es la vida de un abogado que decide hacer de las traducciones su medio de vida.
1. David, todos sabemos de tu reciente
éxito profesional como traductor especializado en temas legales.
¿Por qué decidiste emprender tu carrera profesional como traductor en esta área específica?
Saludos Paola. En realidad, fue algo que surgió de forma
espontánea. Hace años que disfruto de un trabajo estable en el sector privado,
concretamente en el Centro de Estudios Atlas. Por otra parte, tuve la suerte de
ingresar en el Plan Bilingüe del Gobierno de Cantabria. Al mismo tiempo
complementé mis estudios a través de la Escuela Oficial de Idiomas de Santander
y, finalmente, cursé la carrera mediante el Campus de Excelencia Internacional.
En un principio, como supongo le habrá sucedido a mucha
otra gente, me dio la impresión de ser un mercado saturado, y al desconocer
páginas específicas para profesionales de la traducción, terminé ofreciendo mis
servicios en páginas de anuncios generales como Milanuncios o Facebook.
Como era de esperar el flujo de clientes a los que se
puede acceder por esta vía es muy limitado e irregular, dos enemigos para
cualquiera que busque un ingreso relativamente estable con este formato de
empleo. Además, no podemos obviar que este tipo de marketing laboral es un
sistema pasivo, porque está pensado para la compraventa de artículos
principalmente, y fomenta el sentarnos a esperar. No hay más que ver la
desproporción entre la oferta de traductores y trabajos de traducción.
Sin
embargo, pese a todos sus detrimentos, fue por este mismo medio dónde pude
conocer a ART Translation y de ese modo comenzar una excelente relación laboral aún a
día de hoy muy prometedora. Al fin y al cabo, aún conservo el anuncio como
cualquier puede comprobar, porque cualquier fuente de trabajo es buena.
Por lo tanto, mi pensamiento fue que sin duda otros como
yo, y mucho antes que yo, ya deberían haberse topado con este problema y haber
diseñado páginas especializadas para la comunidad de Traductores. Tras indagar
un poco di con las principales páginas gratuitas (o eso creo), TranslatorsCafé, Proz y TranslationDirectory. Es cierto que
existen otras, como Translatorsbase,
pero exigen cierto grado de pago, bien para ofertar servicios o como cuota de
membresía.
Fue a partir de ese momento cuando el trabajo empezó a
llegar de forma regular, y con él las primeras opiniones de clientes y reviews positivas –entre ellas la de ART Translation, lo cual agradezco-, que
me dieron fiabilidad en el mercado y han facilitado enormemente posteriores
contrataciones.
2. Aunque tienes una alta demanda de trabajo por parte de
otras agencias de traducción, ART Translation tiene la suerte de contar contigo
como traductor habitual, ¿qué ventajas tiene para ti trabajar en una agencia de
traducción como ART Translation?
Como hemos
repasado al principio de la entrevista, uno de los enemigos más acuciantes del
formato freelance es la irregularidad
que puede sufrirse a la hora de obtener trabajos, es ciertamente complicado
organizarse de tal forma que el trabajo llegue de manera constante y sin
solaparse.
En ese sentido,
una de las ventajas de trabajar con ART Translation es la posibilidad de contar con perspectivas de trabajo
habitual, evitando así los periodos de sequía. Por otra parte, es de agradecer
el trato cercano y personal que demuestra, y su grado de implicación con sus
empleados, temporales o no.
Respecto a las
Agencias en general, así como hay algunas con prácticas desleales como ya
vimos, siempre quedan en el mercado buenas empresas que aprecian a sus
traductores.
Uno siempre debe esforzarse por ofrecer una buena calidad en lo que hace claro, pero si encuentras unas o varias agencias con las que estás cómodo y puedes, mímalas especialmente y poco a poco nunca te faltará trabajo.
Si haces las cosas bien ellas responden, y con el tiempo contarán directamente
contigo para sus trabajos en tu par de idiomas, en lugar de mandar mensajes
masivos a sus catervas de traductores.
3. El reconocimiento de los traductores
muchas veces no está valorado, y está generalizada la idea de que cualquiera
puede traducir, ¿a qué crees que es debido?
En resumidas cuentas, al
intrusismo profesional. Y no quiero decir con esto cualquiera que no haya realizado
un Grado en Traducción e Interpretación. Sin duda la carrera forma excelentes
profesionales, pero a la hora de la verdad o dominas un par de idiomas (o
varios) o no lo dominas.
El auténtico problema llega de la mano de personas con un dominio de medio pelo de su par de lenguas que se nutren solamente de traductores automáticos, sin una comprensión real del sentido de sus textos o localización alguna.
No quiero decir con esto que no se deba o pueda recurrir a
glosarios, MT, o consultas a colegas bien directamente o en foros, siempre es
recomendable contrastar o tener una segunda opinión. Lo que no es de recibo es
limitarse a usar estos recursos como fuente principal, sin saber si el texto
que vamos a ofrecer es realmente lo que nuestro cliente quiere decir.
Esta práctica, aunque es algo que
se detecta rápidamente por las Agencias contratistas o sus clientes, genera una
enorme desconfianza en el mercado, complicando considerablemente la integración
en éste mercado de nuevos profesionales.
Por otra parte, incluso contando sólo a los profesionales, el mercado está saturado.
No falta trabajo es cierto, ya que siempre surgen traducciones
de mayor o menor envergadura; pero al mismo tiempo llegan nuevos traductores
constantemente, consecuencia quizás de una globalización creciente. Esta
saturación del mercado ha generado una caída en las tarifas, que las Agencias
aún mantienen estables, pero en el mercado freelance
han caído en picado hasta llegar incluso a menos de un céntimo de euro por
palabra en trabajos originarios de contratistas chinos o sudamericanos.
En gran
medida creo que esto es el resultado de una descompensación en los diferentes
mercados, ya que muchas agencias pagan por unidad monetaria y no al cambio de
moneda, por ejemplo, ofreciendo un céntimo por palabra de su moneda local, en
lugar de convertir un céntimo de euro a ésta. Supongo que esto se hace con
cierta malicia, ya que ganan al cambio, y dudo mucho que lo hicieran si su
moneda fuera más fuerte que el euro.
4. ¿A qué crees que es debido tu éxito como traductor?
No sé si lo llamaría éxito. Lo que si considero un éxito es haber
podido entrar en éste mercado que, como hemos comentado, está sumamente saturado
ya por profesional con muchos más años de experiencia y dedicados en exclusiva
a éste trabajo.
En ese sentido, no ha habido más secreto que la constancia.
Registrarte
en todas las páginas, ofrecer un precio atractivo, dar vías de contacto y seguridad
a tus clientes, y ofrecer tus servicios siempre y a todos los contratistas
disponibles. Muchas veces sólo un pequeño porcentaje de estos presupuestos
darán fruto, pero fomentarán el circulo beneficioso y cada vez generarán más valoraciones
positivas de tu trabajo, que a su vez estimularán a otras agencias a confiar en
tus servicios. Con el tiempo, quizás uno o dos meses si las perspectivas son
buenas, uno podrá integrarse en el mercado, crear clientes con trabajo regular
(generalmente Agencias de Traducción que externalizan su trabajo) y ver hasta
qué punto esta forma de trabajar puede convertirse en su principal fuente de
ingresos.
5. En esta profesión de traductor, también nos encontramos
con anécdotas divertidas y otras más amargas. ¿Cuáles han sido las que más te
han impactado?
La verdad es que aún no he tenido ninguna experiencia digna de un
chascarrillo, aunque si he topado con profesionales muy agradables con los que
he podido compartir alguna experiencia personal. Ahora que amargas hay unas
cuantas en la lista por desgracia.
Si ya has podido ejercer como
Traductor Freelance es probable que compartas alguna de éstas experiencias, y
si no aprovecha y prevente, porque en este cesto hay muchas manzanas podridas.
Por ahora me he visto en tres situaciones sumamente desagradables, cada cual
más típica como he podido comprobar con el tiempo:
La primera fue el resultado de
algo que a todos nos pasa por la mente cuando empezamos en éste negocio,
¿cuándo cobro por mi trabajo? Ciertamente, para trabajos de escasa cuantía que
suelen ser los más, siempre existe el miedo a no cobrar por nuestro trabajo una
vez enviada la traducción porque, ¿Cómo hacerlo? Muchas veces el cliente no
quiere pagar por adelantado, quizás una fianza podría ser la solución, o cobrar
la mitad al principio y la mitad al final, pero la verdad pura y dura es que
una de las partes siempre tiene que asumir un riesgo. Si el cliente paga de
antemano se expone a no recibir la traducción.
Si el traductor envía el trabajo
antes de cobrar se expone a no hacerlo. Y en esta línea me vi en la situación
con una empresa, cuyo nombre omitiré –aunque no sé si merece esta deferencia-
de esperar 4 meses, repito, 4 meses, para cobrar 60 míseros euros. Hice un
presupuesto sumamente rebajado (60 euros por un coste real de 80 euros),
terminé el trabajo en 24 horas maquetación incluida. Mi pago fueron largas,
problemas con la transferencia, errores del banco, del contable y cualquier
hijo de vecino que viniera a la mente. La única solución fue amenazar con un
Procedimiento Monitorio cuando mi paciencia llegó a su límite, y esta es quizás
la única vía en este tipo de situaciones, y si de algo me arrepiento es de no
haber acudido antes a esta vía, porque de sobra sabía que la empresa tenía
ingresos más que suficientes para cubrir el coste de la traducción.
La siguiente experiencia fue un
correo que ahora reconozco era sospechoso. Unas breves líneas solicitando la
traducción, daban el trasfondo de haberles dejado mi CV en su repositorio de
traductores (y lo cierto es que no recordaba si así era o no), y el documento a
traducir adjunto desde el primer correo. Uno pregunta sus dudas, ofrece un
presupuesto, manda dos o tres correos más a los que recibe una respuesta
puntual, y una vez enviado si te he visto no me acuerdo. En esta ocasión sí que
daré nombres, si acaso para prevenir a otros posibles incautos. El sujeto en
particular se llama Joan Valls, y lleva viviendo de la estafa a traductores
desde hace años, en Proz podéis encontrar el hilo donde se ofrece apoyo a otros
afectados si fuera necesario. En resumen, este tipo de personas tienen dos
formas de actuar. O bien encargan un trabajo suplantando al empleador, luego no
te pagan y lo cobran ellos por ti; o bien se hacen con tus datos personales,
cambian la información de contacto por la suya y envían un correo masivo a las
agencias ofreciendo sus (/tus) servicios, aprovechándose de tu buena
reputación.
Mucho cuidado con este tipo de correos, por experiencia recomiendo revisar a conciencia la legalidad y veracidad de las Agencias.
Finalmente, y quizás el caso más
triste de todos, fue el de una Agencia de cierta envergadura que
unilateralmente decidió no pagarme. Hablamos de un trabajo de casi 200 euros,
que se solicitó en un plazo de 24 horas. Hice la traducción usando Google Translator’s Toolkit que, para
quien no lo conozcáis, es muy parecido a otras herramientas como el Trados Studio sólo que gratuito y
disponible online. Obvia decir que traduje y revisé personalmente cada palabra
sin dejar nada al azar, y di mi visto bueno a la calidad de la traducción.
Ahora llega lo bueno. La Agencia escribe, el cliente se ha quejado porque ha
detectado traducciones literales del Traductor de Google, y me citan dos
secciones de traducción en particular. Resulta que reviso las secciones y una
tenía una palabra (oscuro/ dark) y
otra, 5 palabras. La primera ni la reviso, porque la verdad, una sola palabra
es lógico que coincida, reviso la segunda, efectivamente el traductor la
interpreta como yo. Pero hablamos de 6 palabras de unas 10.000, ya ven. En fin,
que con éste pretexto me envían un mensaje muy furibundo, diciendo que vaya
vergüenza para mí y mi profesión que hayan coincidido esas 6 palabras de 10.000
(0,06% para más señas), y que no me pagan, porque parece ser, una traducción de
urgencia que me llevó a mí un día entero, ellos tuvieron que rehacerla entera
en cuestión de 1 hora para entregarla con calidad y no pudieron usar la mía.
Reflexionemos sobre esto, su traducción de diez mil palabras hecha en una hora
tenía más calidad que la mía hecha en más de 10 horas, y claro, en
consecuencia, ni un duro.
Como es lógico
no pude reclamar nada porque bien sé que los costes procesales de reclamar
desde España a una empresa americana son mucho más altos que lo que pudiera
haber obtenido, así que me comí el marrón enterito. Pero vaya vergüenza
señores.
6. Y por último. ¿Qué consejos le darías a otros traductores que quieren
vivir de las traducciones a tiempo completo?
Huid de las páginas genéricas de servicios freelance y buscad clientes con un flujo de trabajo frecuente.
Estas páginas se nutren rascando los pocos beneficios que vais a poder obtener
si es que os cae un trabajo de casualidad entre la masiva afluencia de
traductores. Cobran por ofrecer tu servicio, por destacarlo, por verificar tus
habilidades, por retirar tu dinero, por… en fin, por todo lo que puedan sin ser
muy descaradas.
Quizás el mejor consejo que puedo daros es que cojáis el teléfono y llaméis. Al final del día detrás de cualquier Agencia, demanda de traducción o propuesta de trabajo hay una persona; así que si existe un medio de contacto no os andéis por las ramas y llamad.
Haced una propuesta interesante de precio y plazos y es probable que os
den la traducción. Al fin y al cabo, si la solución va hasta el cliente para
que mirar más. Eso sí, preparad un buen CV, algunas referencias de otros
trabajos si ya las tenéis y un par de muestras de otros trabajos, porque, así
como os pueden elegir, también querrán ciertas garantías de que sois gente
seria y con idea de lo que hace.
Por otra parte, tened preparado un perfil de traductor con todos
vuestros servicios y tarifas, dónde se pueda acceder a opiniones de clientes y
a vuestro CV, así como datos de contacto. Eso agilizará mucho las cosas a la
hora de hacer ofertas, ya que bastará con enviar un enlace a vuestro perfil
profesional para evitarnos en cada correo adjuntar toda esa documentación, que
además se mostrará mucho más atractiva para el cliente.
Finalmente, si podéis trabajar
también para particulares, tratadles con el mismo respeto y profesionalidad que
usaríais si trabajaseis con una Agencia, pero no olvidéis ser cercanos. Muchas
veces se trata de personas que lógicamente no dominan el idioma objetivo, y eso
les genera mucha inseguridad respecto a lo que van a recibir, no saben si está
bien o mal. Necesitan poder confiar en vosotros, y que luego uno responda
claro. Nunca menospreciéis el boca a boca, un buen servicio puede atraer muchos
otros.
La ubicación de su empresa es clave: una gran inversión y una decisión estratégica, por eso es importante mantener una buena relación con los vecinos, con la comunidad de propietarios. Saber cuáles son sus derechos y obligaciones es fundamental. Por ejemplo, si usted es propietario, es vital que conozca los estatutos de la comunidad para confirmar si está autorizado a desarrollar su actividad comercial en ese local, no sea que se encuentre después de realizar las obras, con sorpresas desagradables. Contar con el consejo de un abogado que valore los conflictos que puedan surgir, le ayudará a gestionar mejor las situaciones y a mantener buenas relaciones con todos y, sobretodo, a evitar gastos que no le corresponden.En los mejores abogados
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